Por dos décadas Joaquín “El Chapo” Guzmán fue el amo y señor del tráfico de drogas. Considerado uno de los capos de la doga más poderosos de los últimos años, el líder del cartel de Sinaloa dominó con puño de hierro el negocio de la cocaína.
Sin embargo, hoy su situación actual es diametralmente distinta, ya que tras ser capturado en 2016 y luego de ser extraditado a Estados Unidos, Guzmán está hace casi dos meses en la prisión federal Florence ADMAX de Colorado, conocida como “La Alcatraz de Las Rocallosas”.
Uno de los grandes inconvenientes que ha tenido Guzmán es su poco o nulo manejo del inglés. Eso le ha traído dificultades para comunicarse con los guardias, ya que no hablan español.
Sus problemas con el idioma lo llevaron a que lo raparan por error. Según contó su abogada Mariel Colón en entrevista con la cadena Univisión, Guzmán dijo “cut”, para que le cortaran el pelo, pero para su mala fortuna, los guardias entendieron que quería ser rapado.
Pero eso queda como una anécdota, ya que la defensora del narcotraficante asegura que está perdiendo la vista, debido al régimen de confinamiento que solo le permite una hora de luz natural al día.
“Asumo que fue por las presiones, las tensiones. Puede estar quizás relacionado con el impacto que tiene el aislamiento cotidiano en los presos. El estar en una celda 23 horas al día, sin ver la luz del sol, eso te afecta muchísimo la vista. Porque los presos que están así no pueden usar la vista de larga distancia pues siempre están en un ‘cubo’ y eso les afecta”, agregó.
El Chapo, hoy de 65 años, sabe que morirá en la cárcel, ya que además de la cadena perpetua, se le sumaron 30 años por haber traficado drogas a Estados Unidos por más de 20 años.
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