Resto de edificio fue demolido en la noche del domingo con una explosión controlada.
La
búsqueda de víctimas había sido suspendida el sábado para preparar la demolición.
Se conoce que la catástrofe dejó 24 muertos y 121 desaparecidos.
Las autoridades temían que el resto del edificio se desplomara y los rescatistas arriesgaran su vida. Esos temores sucedieron por la llegada de la tormenta tropical Elsa, prevista para estos días en Florida.
“Destruir este edificio, dado que se
avecina una tormenta e íbamos a tener que hacerlo de todos modos, es
prudente”, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Los equipos de rescate que llegaron
momentos después de la caída del edificio ayudaron a evacuar a decenas de
residentes y sacaron vivo a un adolescente de entre los escombros.
No tenemos pruebas sólidas de lo que sucedió”, dijo Biden y señaló que existen “una serie de interrogantes”.
Entre ellas, mencionó el mantenimiento y
la estructura del edificio, las obras de construcción cercanas.
Un informe de 2018 publicado por funcionarios de la ciudad reveló temores de “daños estructurales importantes” en el complejo, desde la losa de concreto debajo de la plataforma de la piscina hasta columnas y vigas en el estacionamiento.
Fuente: cnnespanol.cnn.com