El té de
crisantemo es una bebida natural que se obtiene de las flores secas de la
planta que lleva el mismo nombre. Se caracteriza por su ligero tono dorado,
además de un sabor suave y floral que se compara con el de la manzanilla.
Gran parte de los beneficios del té de crisantemo para la salud se atribuyen a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. De acuerdo con un estudio en Food Chemistry, los compuestos fenólicos, los glucósidos y los ácidos orgánicos estarían detrás de este potencial medicinal.
Cuidado de la piel:
Las propiedades antibacterianas y antiinflamatorias del crisantemo se pueden aprovechar con fines estéticos. Un estudio en Journal of Cosmetic Dermatology encontró que las formulaciones con crisantemo favorecen la disminución de manchas cutáneas, ya que reducen la melanina.
Contra la inflamación:
El exceso
de inflamación en el organismo está detrás de muchas enfermedades. No solo
incide en las afecciones articulares y musculares, sino también en las
cardíacas y cerebrales. Respecto a esto, una investigación encontró que ciertas
sustancias químicas del té de crisantemo combaten la inflamación.
Otros posibles beneficios:
- Debido
a su bajo aporte calórico y alto contenido de antioxidantes se recomienda como
bebida para bajar de peso. Aunque por sí solo no tiene efectos relevantes,
puede ayudar si se incluye en el marco de una dieta balanceada.
- Usado
en aromaterapia, el té de crisantemo disminuye la tensión arterial y favorece
la relajación. Se recomienda para mitigar los síntomas derivados del estrés.
- Tiene
propiedades antipiréticas y, por tanto, puede contribuir al alivio de la
fiebre.
- Disminuye
el cansancio mental y favorece la concentración. Además, en estudios hechos en
animales ha mostrado potencial como protector del cerebro.