El apio destaca más por sus propiedades saciantes y
dietéticas que por su contenido en macronutrientes. Tiene un bajo contenido en
calorías, aportando pocos hidratos y proteínas, si bien los primeros son de
alta calidad y ofrecen una elevada cantidad de fibra.
Diurético y depurativo:
La combinación de potasio, sodio y aceite esencial apiol hacen el apio un excelente diurético, al estimular la depuración del organismo y eliminar el ácido úrico, entre otras toxinas. También ayuda a eliminar los cálculos de riñón o de la vesícula.
Ayuda a perder peso y a mejorar nuestra alimentación:
La alta concentración en fibra y agua que tiene el apio hace
que el estómago se sacie, siendo ideal introducirlo en las dietas de pérdida de
peso. Además, al consumirlo crudo requiere una masticación lenta y consciente,
un pequeño cambio que mejora mucho la calidad de la alimentación, revitalizando
nuestra vida.
Es digestivo:
Al ser rico en fibra favorece el proceso digestivo, especialmente el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento, la hinchazón abdominal y la aerofagia. También reduce la acidez y la secreción gástrica, ayudando a prevenir la úlcera estomacal.
Ayuda a conciliar el sueño:
El apio tiene efectos sedantes, siendo un excelente aliado
para tonificar el sistema nervioso y conciliar el sueño. Un remedio casero para
conseguir un sueño reparados es tomar por la noche un zumo de apio con miel.