El aceite
de caléndula es extraído de la flor de la Calendula officinalis, una planta que
también se conoce como botón de oro, mercadela o maravilla. En general, se
caracteriza por su fuerte aroma, color amarillo verdoso y alta viscosidad.
Dado que puede aplicarse en pieles sensibles, el aceite de caléndula se ha convertido en un remedio alternativo para muchos trastornos cutáneos.
Para el acné:
El aceite
de caléndula se utiliza para tratar esta afección dado que hidrata la piel,
disminuye la inflamación y evita posibles infecciones. De hecho, una
investigación publicada en Indian Journal of Natural Products and Resources
certifica que puede ser efectivo para tratar y prevenir el acné.
Para las arrugas:
Las arrugas son causadas por distintos factores que incluyen el envejecimiento y la falta de nutrientes. El aceite de caléndula activaría el colágeno natural y por ende, reduciría las marcas de expresión, fortaleciendo la unión de las células de la piel. Es común que se comercialice en combinación con rosa mosqueta.
Para el cabello:
Cuando se
trata del cuidado del cabello, el aceite de caléndula es conocido por hidratar
el cuero cabelludo, eliminar la caspa y mejorar su condición en general.
Asimismo, se le atribuyen propiedades regenerativas que permiten que los
folículos capilares crezcan fuertes, lo que ayuda a tener una melena más
gruesa.
Otros de
sus usos más comunes incluyen los siguientes:
- Antiséptico
y adyuvante para la cicatrización de heridas.
- Repelente
para las picaduras de insectos.