No hay que
olvidar que la limpieza facial promueve la salud y el bienestar, pero más allá
de los resultados estéticos, de esta forma se retiran trazas de suciedad,
bacterias y grasa.
Limpiar el
rostro es importante, ya que es vital en aquellas personas que suelen
maquillarse. Los productos cosméticos suelen impedir que la piel respire y al
no tomar medidas de cuidado, también se promueve la aparición de arrugas y
otros signos de envejecimiento prematuro.
Piel normal:
Limpieza: para el proceso de limpieza del rostro de tipo normal utiliza agua tibia y nada de agua caliente. Limpia con jabones especiales que mantengan en equilibrio el pH.
Hidrata: para mantener la barrera que hace que este tipo de piel brille con naturalidad y salud, hidrata el rostro después de la limpieza con productos que contengan beneficios naturales, como el coco y el aguacate.
Piel seca:
Limpia con agua tibia: limpiar el rostro con agua muy caliente y por mucho tiempo resecará la piel, pues elimina los aceites naturales, así que opta por lavar con agua tibia o fría.
Usa limpiadores suaves: el uso de jabones ásperos también puede afectar la piel y resecarla, usa limpiadores suaves, geles de baño humectantes o jabones especiales para la cara que tengan aceites hidratantes.
Humecta siempre: luego de seguir estos consejos para limpiar el rostro aplica un humectante. Sécate la cara de forma suave y aplica tu producto; esto te ayudará a retener el agua natural de la piel. Los mejores son aquellos que contienen glicerina, la que según estudios, contribuye a restaurar y mejorar la función de la barrera de protección.
Piel grasa:
Exfoliación: permite retirar las células muertas y con ello, las impurezas presentes en la capa más superficial. Este proceso debe realizarse entre 1 y 2 veces por semana.
Limpieza facial: utiliza un limpiador facial suave como el agua micelar dos veces al día, en la mañana y en la noche. Si usas maquillaje, este será un paso que no debes saltarte nunca.
Hidratación: la piel grasa o con acné no requiere de hidratación. De hecho, algunos tratamientos para contrarrestar la producción de grasa pueden resecar demasiado el rostro y dañar la barrera natural. La recomendación es nutrir e hidratar la piel con productos ligeros y que contengan aceites.
Piel mixta:
Limpieza: específicamente en la zona T deberás usar un limpiador que mantenga a raya la acumulación de grasa. Usa agua micelar o un tónico, en el resto de la cara emplea productos de limpieza muy suaves y con factor humectante.
Exfoliación: este tipo de piel también puede exfoliarse, pero usa un producto como las mascarillas de arcilla. Aplica con movimientos suaves en las zonas resecas para evitar irritaciones.
Piel sensible:
Limpieza: aunque es muy delicada, deberás limpiar tu rostro sensible con productos suaves como el agua micelar.
Hidrata: después de la limpieza usa cremas hidratantes y protectoras, especialmente en invierno. Prefiere aquellas que tengan un factor calmante, como la manzanilla o la alantoína, así como aquellas con leche.