La infección por COVID afecta de diferente manera a todos los que se contagian, algunos incluso sufren secuelas.
Normalmente, las personas con pocos síntomas se recuperan espontáneamente y no suelen referir consecuencias funcionales. Pero datos de la Universidad CEU San Pablo de Madrid indican que entre un 5 y un 10% de las personas infectadas mantienen sintomatología relacionada con la COVID-19 más de cuatro semanas desde la infección.
El presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (Semed-Femede) y director de la Cátedra Internacional de Medicina del Deporte de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), Pedro Manonelles Marqueta afirma que el 30% de los infectados sufren secuelas importantes que afectan al aparato locomotor, respiratorio y cardíaco, entre otros. “Y no sabemos si más adelante aparecerán más secuelas o secuelas tardías”, añade.
Algunos padecen de fatiga excesiva al realizar actividades cotidianas, sueño poco reparador, falta de concentración, pérdidas de memoria. Esto es denominado síndrome de fatiga post-viral.
¿Cómo retomar las actividades físicas luego de sufrir la infección por COVID-19?
Los especialistas recomiendan retomar el ejercicio de forma gradual y adaptada a cada caso.
Manonelles dice: “Si tiene insuficiencia respiratoria, deberá trabajarse la musculatura respiratoria; si tiene atrofia muscular, deberá iniciarse un programa de musculación muy suave con ejercicios de fuerza; si hay problemas de resistencia, habrá que hacer trabajo aeróbico. Seguramente habrá que hacer una combinación de trabajos a partir de la situación particular de cada paciente y de sus posibilidades de trabajo”.
El profesor de Fisioterapia en la Universidad CEU San Pablo, Raúl Escudero, considera importante el descanso físico y mental, reducir el uso de la televisión, el teléfono y las redes sociales, una alimentación equilibrada e hidratación abundante así como realizar a diario una actividad física adaptada al nivel de energía: “Es preferible realizar ejercicios sencillos cada hora en lugar de permanecer largos períodos inactivo y acumular toda la actividad física en un único momento del día”. Del mismo modo, es conveniente separar las actividades que requieren más energía.
En los casos en los que no existe un síndrome post-viral y se ha superado la infección pero permanece un cansancio superior al habitual: “Para estas personas es básico el descanso, la dieta sana, con mucha fruta y verdura, proteína e hidratos de carbono, y el ejercicio físico”, recomienda Beatriz Crespo.
Lo primero debe ser incorporar actividades de la vida cotidiana como subir un par de pisos o una cuesta. Esta experta recomienda “Incluir ejercicios funcionales sencillos, con períodos de 5 a 10 minutos, y luego de 15, con descansos de 5 minutos…es decir, con una duración de esos ejercicios progresiva y ascendente” afirma.
Lo mejor será consultar con un especialista para dosificar el ejercicio en función del estilo de vida de cada persona, sus gustos y su sintomatología.
Información: CuídatePlusMarca