Mary Turner, una mujer de 35 años divorciada y madre soltera conoció en el año 2000 al estadounidense Will Jordan por internet enamorándose de él.
“Cuando empezamos a hablar por Internet, me envió largos correos electrónicos sobre su pasado y sobre la persona que era, y yo le conté mis sueños y aspiraciones. Nos escribíamos tres, cuatro, cinco veces al día. Se convirtió en algo embriagador. Me dejé llevar por el romanticismo” aseguró Mary.
Jordan también le mintió diciéndole que había tenido paperas de niño y que era infértil. La pareja se casó en 2002 y ella le creía todo. Tuvieron dos hijos, Eilidh y Zach, y Jordan la convenció de que milagrosamente se había curado de su infertilidad.
La convenció de que de que trabajaba para la CIA en el sector de la informática, para cubrir su ausencia y así poder ver a su otra familia. “Suena descabellado, pero me dio pruebas, incluidos los cheques de pago. Estaba en un estado de pánico constante y creía que él era la única persona que podía mantenernos a salvo”.
Cuatro años después de su matrimonio feliz, una llamada telefónica le cambió la vida. “Una mujer llamó y se presentó como la otra esposa de su marido, y reveló que había tenido cinco hijos con él. Mi mundo se hizo pedazos” aseguró.
Mary luego descubrió que Jordan había falsificado su nombre en varias tarjetas de crédito, acumulando deudas por USD 78.000. También la convenció de que vendiera su casa, al parecer para pagar un rescate que impidiera a hombres peligrosos relacionados con su trabajo en la CIA secuestrar a sus hijos.
“Me había estado diciendo mentiras descaradas. No solo tenía ya al menos seis hijos cuando lo conocí en el año 2000, sino que tanto su mujer como la niñera de su esposa estaban embarazadas de él en ese momento”, cuenta Mary.
Descubrió que era un delincuente sexual convicto, que tenía cinco prometidas, dos esposas, y 13 hijos.
Mary logró que lo encarcelaran, pero tras dos años y medio en una prisión británica, fue liberado y deportado a Nueva Jersey en 2009. Siete meses después, la historia volvió a repetirse.
Pero en 2014, cuando la enfermera estadounidense Mischele Lewis, de 36 años, se puso en contacto con Mary. “Al igual que yo, ella era una madre soltera que había estado en una situación infeliz antes de conocer a un hombre que parecía ser el señor correcto. Al igual que yo, se comprometió con él, perdió dinero con él y luego descubrió la verdad”.
Las dos mujeres idearon un plan para que Mischele grabara en secreto a Jordan con una cámara oculta que llevaba como botón hasta que él confesara haberla estafado. La policía lo detuvo y fue encarcelado.
Al salir de la cárcel en 2017, Jordan siguió atacando a mujeres vulnerables. Mary se dio cuenta de que la mejor manera de detenerlo era escribir un libro, basándose en sus propias experiencias y enseñando a las mujeres a detectar los signos reveladores de un depredador como Jordan.
Jordan continua con su raid. “En el último recuento tenía 14 hijos. Nunca va a parar. Es un psicópata sin capacidad de amar y sin conciencia. Todo lo que puedo hacer ahora es advertir a otras mujeres sobre él”, dice Mary.