Los
ejercicios de respiración pueden ser útiles para relajarte y ayudar a aliviar
el estrés, los problemas para quedarte dormido, la sensación de estar
presionado, etc. Dichos ejercicios son también herramientas útiles para
terapeutas, sobre todo en casos de trastornos de ansiedad.
Respiración alternada por las fosas nasales:
Cómo se hace: Comenzando con una postura cómoda de meditación, agarra el pulgar derecho y ubíquela en la fosa nasal derecha e inhale profundamente a través de la fosa nasal izquierda. Al llegar al pico de la inhalación, tape la fosa nasal izquierda, luego exhale a través de la fosa nasal derecha. Continúa este patrón, inhalando por la fosa nasal derecha, luego cerrándola con el pulgar derecho y exhalando a través de la fosa nasal izquierda.
Respiración Equitativa:
Cómo se hace: Para comenzar, inhala contando hasta cuatro, luego exhala también contando hasta cuatro (todo por la nariz, lo que añade una resistencia natural a la respiración). Las personas más avanzadas en yoga pueden apuntar a la respiración contando hasta 6 u 8, con el mismo objetivo en mente: calmar al sistema nervioso, aumentar la concentración y reducir el estrés.
Relajación progresiva:
Cómo se hace: Para aliviar tensiones desde la cabeza a los pies, cierra tus ojos y concéntrate en tensionar y relajar cada grupo de músculos por dos o tres segundos cada uno. Comienza por los pies y dedos, luego muévete a las rodillas, muslos, glúteos, pecho, brazos, manos, cuello, mandíbula y ojos (todo manteniendo la respiración profunda y lenta).