Un estudio
del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos realizado con
pacientes hospitalizados con coronavirus reveló que mantener una actividad
física regular aumenta hasta en 8 veces las posibilidades de supervivencia en
estos pacientes.
Los pacientes fueron divididos en dos grupos, por un lado, el de las personas que llevaban una vida sedentaria (57,1%) y, por el otro, el de las que realizaban ejercicio de manera regular dos días a la semana con una duración de al menos treinta minutos al día (42,9%).
El objetivo
fue el de analizar retrospectivamente la influencia que el nivel de actividad
física podía tener en la evolución de la enfermedad durante la infección por COVID-19.
Los resultados del estudio demostraron que el grupo que mantenía una actividad física constante, ligera o moderada, presentaba un riesgo de mortalidad del 1,8% frente al 13,8% del grupo con un estilo de vida sedentario. Así pues, los resultados fueron determinantes: las personas que hacen ejercicio físico regularmente tienen hasta ocho veces más de probabilidades de supervivencia que las sedentarias.
El director
del instituto cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos, Julián
Pérez-Villacastín, señaló que hasta ahora “era conocido que mantener una
actividad física mejora los factores habituales de riesgo cardiovascular, pero
ahora hemos podido comprobar en pacientes hospitalizados con COVID la
trascendental influencia de esta práctica en la supervivencia o mortalidad de
estos pacientes”.