Sí, ese sujeto existe. Hay que hombre
que quiere vivir 180 años. Y no solamente eso, sino que dice saber cómo hacerlo.
Se trata de Dave Asprey, el autodenominado “primer biohacker profesional del
mundo”.
No creo que sea ciencia ficción, dice el empresario estadounidense de 45 años. Es el fundador de una exitosa marca de café “saludable”, Bulletproof. Las personas se refieren a él como un excéntrico. Él prefiere considerarse un visionario.
Alguien tiene que hacerlo, y yo estoy dispuesto a morir
intentándolo.
¿Y qué es un biohacker?
Un
biohacker es una persona que usa la ciencia y la tecnología para intentar
mejorar su salud. ¿Cómo? “Pirateando” o “hackeando”
su propia biología. A menudo haciendo cosas que el resto de nosotros
consideraríamos… descabelladas.
En esa especie de búsqueda de la inmortalidad, este moderno Gilgamesh hace que le extraigan parte de la médula ósea cada seis meses. ¿Su objetivo? Conseguir algunas de sus células madre y luego inyectárselas en todo el cuerpo.
También usa
parte de su tiempo en una cámara de crioterapia, que utiliza nitrógeno para
enfriar su cuerpo. Y como si fuera poco, se da «baños» de luz infrarroja y se
pone electrodos en la cabeza.
Podemos estar seguros de que no es una terapia barata. Cuenta que ha gastado más de US $1 millón US$1 millón para mejorar el funcionamiento de su cuerpo y su cerebro.
El
financiamiento de sus aventuras proviene de la popularidad de su marca de café
Bulletproof. Asprey dice que esa bebida es como un biohackeador del
cuerpo.
El café se
hace con una inusual receta. Requiere que los consumidores compren tres
productos por separado: café, al que se le agrega mantequilla, y una forma
purificada de aceite de coco.
Aunque se
le podría agregar cualquier mantequilla o aceite de coco, él vende «la versión
original».
Asprey asegura
que el producto puede ayudar a mejorar la salud física y mental de una persona.
Y tiene sus adeptos.
Desde que
Asprey comenzó a vender el producto en 2012, estima que se han consumido más de
160 millones de tazas.
Solo habría una forma de saber si el hombre que quiere vivir 180 años logra su cometido. Sin embargo, ninguno de nosotros estará vivo para comprobarlo.
Fuente: nosabesnada.com