La variante
delta del coronavirus, además de propagarse un 55% más rápido que la variante
alpha, es capaz de hacer más copias de sí misma en nuestro cuerpo y a un ritmo
más rápido que el resto.
Nuevos estudios en Francia muestran evidencia de que las vacunas más usadas contra el COVID-19 ofrecen protección fuerte contra la variante delta del coronavirus, que se está diseminando rápidamente por el mundo y es ahora la más prevaleciente en Estados Unidos.
Los científicos
en el Instituto Pasteur en Francia reportaron nueva evidencia de que la
vacunación plena es clave. En pruebas de laboratorio, la sangre de personas que
habían recibido la primera dosis de las vacunas de Pfizer o AstraZeneca “apenas
inhibió” la variante delta, reportó el equipo en la revista Nature,
Pero semanas después de recibir la segunda dosis, casi todos tenían lo que los científicos consideran un refuerzo inmunológico suficiente para neutralizar esa variante, aunque la protección fue un poco menos potente que contra versiones previas del virus.
Los
científicos franceses estudiaron también a personas no vacunadas que habían
sobrevivido al COVID-19 y descubrieron que sus anticuerpos eran cuatro veces
menos potentes contra la nueva variante, pero que una dosis sencilla de la
vacuna fortaleció grandemente su respuesta inmunológica, desatando una
protección general contra la variante delta y otras dos mutaciones, dice el
estudio.