El hecho
ocurrió en una de las mayores cadenas de supermercados de Florida, cuando el
coronavirus se propagaba por el mundo. En esa época Gerardo Gutiérrez, de 70
años, trabajaba en una sucursal del supermercado en Miami Beach.
Falleció tras contagiarse de coronavirus. “Ya todos estábamos en pánico”, recuerda su hija Ariane. Una compañera que trabajaba muy próxima a Gutiérrez tosía y tenía otros síntomas del virus, pero en la sucursal prohibía entonces a sus empleados usar mascarillas, porque “no querían asustar a los clientes”.
“El
resultado fue que mi padre falleció”, dice la hija a la AFP en su casa en
Miami Beach. “Había ido a trabajar todos los días sin ningún tipo de
mascarilla ni guantes y no le permitían usarlos”.
El cambio de política llegó tarde para Gutiérrez, que ya estaba muy enfermo. Fue hospitalizado el 10 de abril del 2020 y el 28, sus amigos y familiares lo estaban despidiendo por Zoom.
“Le
encantaba nadar. Era muy activo, muy vital. Podía haber vivido muchos años
más”, dice Ariane, mostrando fotografías del padre, que era cubano.