La Agencia
Europea del Medicamento (EMA) reconoció un vínculo entre la vacuna de
AstraZeneca y los casos de coágulos sanguíneos con niveles bajos de plaquetas
detectados en personas vacunadas con el fármaco.
Por ello, afirmó que estos trombos debían incluirse como “efectos secundarios muy raros de Vaxzevria (anteriormente, la vacuna COVID-19 AstraZeneca)”.
Aunque no
se han determinado aún los factores que aumentan el riesgo de sufrir estas
reacciones adversas, la agencia reguladora observó que los casos se producían
en personas menores de 60 años, por lo que España decidió destinar la vacuna a
quienes tienen entre 60 y 69 años.
Sin embargo, miles de personas menores de esta edad se habían vacunado ya y ahora no saben qué pasará con la segunda inyección. Todavía está por ver si se les inyectara el mismo fármaco u otro diferente.
Los
expertos recomiendan, de momento, inyectar la segunda dosis a los menores de 60
años que hayan recibido la primera porque consideran que el riesgo de sufrir
efectos secundarios es bajo.