Foto: EuropaExpress
Un estudio realizado en
China sugiere que el riesgo de muerte por complicaciones de coronavirus es casi
del doble en hombres que en mujeres.
Esta es la conclusión de
un estudio que se publicó en la revista Frontiers in Public Health, que analiza
las diferencias que hay entre los pacientes hombres y pacientes mujeres, y
concluye que los varones de mayor edad podrían necesitar cuidados adicionales y
un acceso más rápido a las unidades de cuidados intensivos.
El trabajo encontró que
los hombres y las mujeres tienen las mismas posibilidades de contraer el virus,
pero que los hombres son significativamente más propensos a sufrir los efectos
severos de la enfermedad y a morir.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores, del Hospital Tongren de Beijing (China), analizaron un conjunto de datos de 43 pacientes de COVID-19 que ellos mismos habían tratado y datos de 1.056 personas que están disponibles públicamente; además, también incluyeron cifras de 524 pacientes de SARS de 2003 (los dos coronavirus que están detrás de estas enfermedades son parecidos).
“A principios de enero
notamos que el número de hombres que morían a causa de COVID-19 parecía ser
mayor que el número de mujeres”, señala Jin-Kui Yang, del citado hospital de
Beijing.
Fue entonces que se
plantearon la pregunta de si los hombres son más susceptibles de contraer o
morir a causa de la enfermedad.
La edad y el número de
hombres y mujeres infectados eran similares, pero los hombres tendían a padecer
una enfermedad más grave.
De los datos de pacientes con COVID-19 examinados, más del 70 por ciento de los que murieron eran hombres, lo que significa, según Yang, que los varones tienen una tasa de mortalidad casi 2,5 veces mayor que las mujeres.
“Y lo interesante es que
ser hombre supone un factor de riesgo significativo para tener una enfermedad
más grave, sin importar la edad”.
En 2003, en el conjunto
de datos del SARS, los científicos hallaron una tendencia similar, con una tasa
de mortalidad significativamente mayor entre los hombres.
Tanto en el SARS como en la COVID-19, el virus es capaz de entrar en la célula humana gracias a una proteína que se une a otra, denominada ACE2. Esta se encuentra en nuestras células y el trabajo también la examina.