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Investigadores esperan que el paciente que se recupera de la enfermedad del coronavirus desarrolle anticuerpos específicos contra el Covid-19 que la produce y que en su plasma sanguíneo haya, durante un cierto tiempo una alta concentración de esos anticuerpos.
Ese plasma en anticuerpos, que se conoce como plasma hiperinmune o plasma de paciente convaleciente, se aplicaría a otros enfermos para ayudarlos a desarrollar su inmunidad y combatir la enfermedad. Pero la terapia con plasma hiperinmune no es nueva, el hematólogo Sócrates Sosa, director del Hemocentro Nacional, señala que se conoce y emplea desde hace alrededor de un siglo.
Corea del Sur se encuentra entre los países que aplican esta terapia, mientras que en España recién se anunció la implementación de un protocolo de investigación con alrededor de 280 pacientes. Sosa aclara, no obstante, que se trata de una terapia experimental, puede mostrar efectividad en unos casos, pero ante una enfermedad nueva la comunidad médica y científica se encuentra en una fase de ensayo-error.
Para su uso terapéutico, el plasma tiene que pasar por pruebas de seguridad y compatibilidad. “El plasma tiene que ser tratado tal cual se trata la sangre”, afirma Sosa, quien añade que la recolección debe hacerse con un equipo de plasmaféresis, no mediante el centrifugado de una bolsa de sangre.
De acuerdo con Sosa, en la mayoría de los estudios que se llevan a cabo actualmente en el mundo se colecta el plasma en las dos o tres semanas posteriores a la segunda prueba PCR en la que el donante da negativo por coronavirus. Pero no todos los pacientes convalecientes son aptos para la donación. “No todo el mundo posee la cantidad de anticuerpos neutralizantes como para que ese plasma pueda servir”, explica el médico.