Una mujer
residente en Michigan (Estados Unidos) contrajo coronavirus y falleció dos
meses después de recibir un trasplante doble de pulmón. La donante también
portaba el patógeno, pese a no mostrar ningún síntoma y dar al principio negativo.
Asimismo, un cirujano que manejó los pulmones también se infectó y enfermó, aunque logró finalmente recuperarse. Según funcionarios de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan, éste podría ser el primer caso probado en el que el coronavirus se transmitió a través de un trasplante de órganos.
Daniel
Kaul, director del servicio de trasplantes de enfermedades infecciosas del
Michigan Medicine, señaló en el American Journal of Transplantation que a
partir de ahora se pedirán pruebas más exhaustivas de los donantes, con
muestras de la nariz y de la garganta.
“De ninguna manera habríamos usado los pulmones si hubiéramos tenido una prueba de COVID positiva. Todos los exámenes que normalmente hacemos y podemos hacer, los hicimos”, recalcó Kaul.
La donante
perdió la vida tras sufrir una lesión cerebral grave a causa de un accidente
automovilístico. Sus pulmones fueron trasplantados a una mujer con enfermedad
obstructiva crónica. Tres días después de la cirugía, la receptora comenzó a
padecer complicaciones: tuvo fiebre, su respiración se volvió dificultosa y
disminuyó su presión arterial.