Como cualquier ciudadano, el joven irlandés Darren Barnwell pidió ayuda a la policía cuando creyó haber perdido una bolsa en el tren que lo llevaba desde Dublín a Cork, en el sur del país, en agosto de 2018.
Pero Barnwell, que ahora tienen 20 años, no era un ciudadano cualquiera entonces, sino un mensajero de narcotraficantes que transportaba una importante cantidad cocaína, valorada en más de 45.000 dólares.
Al parecer, el joven temía más a sus jefes que a las autoridades y no dudó en telefonear a una comisaria de policía para denunciar, en un estado de agitación, la pérdida de su bolsa de papel, que creía haber dejado en el tren.
De acuerdo al diario Irish Times, el dublinés mantuvo primero un altercado con el personal de seguridad de la estación de Kent porque no lo dejaron regresar al vagón para buscar su valioso cargamento.
Por eso recurrió a la policía irlandesa, que ya había sido informada sobre la acalorada discusión que había mantenido el joven con la seguridad de la estación.
Barnwell dijo en su testimonio que después recordó que había entrado en una tienda cercana. Y tuvo suerte, porque los dependientes tenían la bolsa y, además, declararon que no habían mirado en su interior.
Salió del negocio “en estado de pánico” y una patrulla lo detuvo para examinar la bolsa y descubrir una gran cantidad de polvo blanco, que resultó ser cocaína, según declaró durante el juicio el agente al frente de la investigación, Kieran O’Sullivan.
El acusado se declaró culpable de poseer estupefacientes con la intención de suministrarlos a terceras personas y el juez Sean O’Donnabhain le impuso una pena de cuatro años de cárcel.
Sin embargo, el magistrado le conmutó el castigo por trabajos comunitarios, ya que el joven no tiene antecedentes y, durante los dos últimos años, no ha vuelto a aparecer en el “radar” de la policía.
En su sentencia, el juez dijo que “el delito” cometido por Barnwell era “inusual”.
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