Muchas personas
apoyan a la boliviana que cuenta con un diplomado en Relaciones Públicas.
Karla Villarroel responde a las críticas que ha recibido por su segundo empleo que es vender empanadas y sándwiches en plena calle. La joven asegura que ama su trabajo y se encuentra orgullosa por todo lo que ha logrado.
La chica publicó una foto en su cuenta de Instagram en la que aparece en un lugar público vendiendo comida y agregó un mensaje.
Ella ignora las críticas y continúa con sus proyectos.
“Sabía que no valía la pena (responder más) y no tengo porqué explicar. Ahora yo le digo a ustedes pues no, esa no es la cuestión si da plata o no.
Lo que importa son las ganas de salir adelante”, añadió en la publicación. También, señaló que, para ella, vergüenza es robar, ser mediocre por burlarse de las ganas que tiene una persona de salir adelante, buscando ingresos de manera honrada, con sacrificio, ‘sin hacerle daño a nadie y sin meterse en la vida de nadie ¡Eso es vergüenza!’
Fuente: elsalvador.com