Según un
estudio realizado con casi 50.000 pacientes, la falta de ejercicio se asocia
con un mayor riesgo, en caso de coronavirus, de desarrollar una forma más grave
de la enfermedad y de morir como consecuencia de ella.
Las personas que habían estado físicamente inactivas durante al menos dos años antes de la pandemia tenían más probabilidades de ser hospitalizadas, de necesitar cuidados intensivos y de fallecer por la enfermedad del nuevo coronavirus en comparación con los pacientes que mantenían una actividad física, según el estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine.
Entre los
factores de riesgo de enfermedad grave, solo la edad avanzada y el historial de
trasplante de órganos superan a la inactividad física, según los
investigadores.
De hecho, frente a otros factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer, la inactividad física fue el factor de riesgo más importante en todos los resultados, señalan.
Los
factores de riesgo más asociados con COVID-19 grave son la edad avanzada, el
sexo masculino y algunas patologías preexistentes, como la diabetes, la
obesidad y las enfermedades cardiovasculares.