Las
personas que han superado una infección de coronavirus están inicialmente
protegidas contra una recaída porque el sistema inmunitario del organismo crea
los anticuerpos necesarios. Al cabo de cierto tiempo, estos anticuerpos vuelven
a desaparecer.
Esto no significa, que quienes se han recuperado después de eso ya no tengan ninguna protección, porque, a pesar de la desaparición de los anticuerpos, estos pueden volver a ser producidos, de ello se encargan las llamadas células T, que funcionan como una especie de memoria contra la enfermedad que recuerda la composición de dichos anticuerpos.
Un nuevo
estudio realizado en Renania con datos del área de Bonn por el Centro Alemán de
Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE) ha demostrado que una de cada cinco
personas recuperadas de COVID-19 no tiene anticuerpos después de tan solo seis
meses.
En 22 participantes en el estudio se pudieron detectar anticuerpos neutralizantes, es decir, anticuerpos especialmente eficaces que impiden que el SARS-CoV-2 entre en las células.
Sin embargo,
la mayoría de los participantes o no tenían síntomas o eran leves: en algunos
casos ni siquiera sabían que habían pasado el COVID-19.