Desde manifestaciones en la piel hasta efectos psicológicos.
Existe la posibilidad de que una persona haya contraído COVID-19 y simplemente no se haya enterado, ya que justamente no siempre aparecen los síntomas. Pero, ¿Qué señales pueden ayudar y por cuánto se pueden prolongar? Esto es lo que sabemos hasta ahora.
Si bien el COVID-19 lleva más de un año propagándose por el mundo y cobrando millones de vidas, aún hay muchos aspectos que no conocemos del todo sobre este nuevo coronavirus, incluidos los efectos a largo plazo en nuestro cuerpo y todos los síntomas que pueden persistir. Es un virus engañoso y nuevo en muchos sentidos.
Fatiga y dificultad para dormir
La fatiga fue lo más común, junto a la pérdida del olfato o gusto. Todas las personas que participaron en este estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Washington, tuvieron COVID-19 confirmado por pruebas de laboratorio.
Confusión o niebla mental
Los pacientes que sufren de efectos a largo plazo del COVID-19 enfrentan, en gran medida, una condición que se conoce como confusión o “niebla” mental. Este fenómeno se está percibiendo de manera global.
Dificultad para respirar, tos y pérdida del olfato o gusto
Estos síntomas también son unos de los más indicativos de una infección de COVID-19 y suelen persistir en los pacientes, tiempo después del diagnóstico inicial. En el estudio publicado en JAMA Network Open, la dificultad para respirar fue uno de los más comunes. Mientras que la tos y la pérdida del olfato o gusto aparecen en lo alto de las listas de la OMS.
Señales en la piel
Un análisis del Hospital General de Massachusetts, publicado en octubre de 2020, encontró que algunas personas contagiadas de COVID-19 tuvieron síntomas relacionados con la piel tiempo después de su infección inicial. Esas señales en la piel se podían extender por hasta 60 días o más.
Fuente:
infobae.com