Un estudio
llamado “Converscan” ha realizado un importante descubrimiento sobre las
secuelas que deja el coronavirus también en jóvenes sanos.
Según los datos preliminares de los primeros 200 pacientes, cuatro meses después de contraer la enfermedad casi el 70% tiene deficiencias en uno o más órganos, entre ellos el corazón, los pulmones, el hígado o el páncreas.
Una de las
participantes en esta investigación ha sido la cardióloga Amitava Banerjee, que
declaró que “este estudio apoya la idea de que hay una agresión a nivel de
órganos y potencialmente, a nivel de múltiples órganos, que es detectable y
podría ayudar a explicar, al menos algunos de los síntomas y trayectoria de la
enfermedad”.
“El deterioro es leve, pero incluso viéndolo desde una perspectiva conservadora, hay algún deterioro y en el 25% de las personas afecta a dos o más órganos”, añadió Banerjee.
Además, en
algunos de los casos diagnosticados, existía correlación entre los síntomas y
el órgano dañado. De este modo, las deficiencias cardíacas o pulmonares se
asociaron con disnea, mientras que las hepáticas o de páncreas se relacionaron
con síntomas gastrointestinales.