Foto: dolores.gob.ar
La
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabaja en cinco vacunas para
atacar la enfermedad causada por el virus del SARS-COV-2, una de ella, la más
avanzada se desarrolla con tecnología única en el mundo a través del Instituto
de Fisiología Celular (IFC).
Luis
Alfonso Vaca Domínguez, líder del proyecto de investigación, explicó que se
trata de una tecnología que han desarrollado desde hace 20 años en el
laboratorio de la UNAM y han probado con otras enfermedades.
“Generamos una vacuna con nanopartículas del tamaño de un virus, pero no es un virus. De hecho, no infecta al organismo, sólo engaña al sistema inmune para hacerle creer que se trata del SARS-CoV-2”.
Para crear
esta tecnología, el investigador universitario desarrolló partículas que se
auto ensamblan y son del tamaño de un virus. Decoran estas partículas con
proteínas del coronavirus como si fuera un disfraz y al entrar al organismo, el
sistema inmune la reconoce como un agente extraño y produce anticuerpos para
contrarrestarlo.
La nanovacuna es totalmente segura, no tiene ningún otro componente que pudiera afectar al organismo humano y no posee ácidos nucleicos, es decir, material genético del virus real. Esta vacuna posee diversos beneficios, el primero es que, de ninguna manera infecta a un organismo humano, porque no contiene un virus atenuado como se usa en las fórmulas tradicionales.
La segunda
ventaja es que no necesita refrigeración. Hoy en día cualquier vacuna requiere
temperaturas muy bajas a esto se le conoce como cadena fría.