El 11 de enero del 2020 los medios
internacionales informaban “Hombre infectado por virus misterioso en China
muere tras brote”, así como “41 infectados a causa de una neumonía
atípica desconocida”.
Desde entonces el mundo cambió, comenzando la
peor pandemia en 102 años luego de la H1N1 de origen europeo y aviar que dejó
más de 50 millones de fallecidos.
Luego, la Organización Mundial de la Salud confirmó que el 8 de diciembre de 2019 se registró al paciente cero en China. El 23 de enero Wuhan, una ciudad de 11 millones de habitantes, fue puesta en cuarentena, para el 11 de febrero, la enfermedad fue nombrada COVID-19.
El 18 de febrero se registra la primera persona fallecida por COVID-19 en México y en todo el mundo comienzan a fallecer miles de personas a causa del virus, siendo Estados Unidos el país con más decesos. Este panorama ocasionó que científicos a nivel mundial comenzaran a trabajar en una posible vacuna que frenara la pandemia.
El 1 de enero, casi un año después, la ciudad
que fue el epicentro recibió el año nuevo sin restricciones, pese a los
recientes repuntes de contagios tanto en China como en el mundo entero.